Hace unas horas leí una entrada en un blog que me hizo pensar, mucho, demasiado quizá. Contaba un sueño que tenía un chico, se le aparecia él mismo a lo largo de su vida, a diferentes edades y hacia preguntas, pero nadie le respondia. A mi, personalmente me daría muchisimo miedo que alguien se me apareciera sea quien sea, exceptuando una persona. La única persona que sé que jamás va a aparecer es la única persona que quiero que aparezca. A la que le haria mil preguntas, pero una en especial. Le obligaría a quedarse conmigo para siempre, aunque llevara la barba esa que se dejaba y nunca me gustó, aunque me diera mil patadas y collejas, aunque fuera distanciados como estos últimos años. Él se quedaría a dormir a mi lado por si acaso aparecieran monstruos, dragones o ladrones, como cuando tenía pesadillas a los cuatro años y se quedaba dormido a mi lado para protegerme, y mataba a las arañas (no hay cosa que mas miedo me de que las arañas y él lo sabia), y haciamos todas esas cosas que hacen los primos cuando tienen 4 y 9 años y están por ahí perdidos en un pueblo de mierda. Teníamos todo lo que queriamos, pero lo que de verdad merecia la pena era tenerlo a él, no me di cuenta hasta que se fue. Y entonces yo me quedé sola, y ahora cuando tengo miedo abrazo un peluche como si fuera él. A veces tengo la sensación de que está conmigo, justo detras,como un guardaespaldas pero mucho mas guapo que cualquier guardaespaldas del mundo. Con su sonrisa, y esque, hasta el sol envidiaria esa sonrisa. Y cuando me giro para verle sonreir no está, es más rápido que yo. Por una vez me hubiera gustado gustado ser mas rápida, decirle que le querio y darle un abrazo, de esos que nunca terminan, impedir lo que hizo y ya. Seria tan feliz si hubiera sido de esa forma. Pero no, fue de la peor forma que se puede ir alguien de tu vida, y desde entonces para lo único que tengo fuerzas es para encerrarme en mi cuarto con los cascos y la música a todo volumen en mis orejas. Por no tener no tengo fuerzas ni para respirar, todas las gasto en echarle de menos, en arrepentirme por no exprimirle hasta el final y en sacarle un por que a todo esto, a la forma en que se fue, al día, a la hora, a su enfermedad, al sitio que decidió acabar con esto, a todo, pero no la encuentro. Y esa es la pregunta ¿por qué? ¿Por qué coño te tiraste de ese puto precipicio? Tenias que quedarte conmigo para siempre.
Mas luneros:
Tengo malas compañías porque sois mis preferidas;
Dale un pájaro a un niño y será de esos niños raros que llevan un pájaro al hombro, pero dale alas y echará a volar.
Hasta el sol envidiaria esa sonrisa.
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2 comentarios:
ES DE VERDAD? ME HA IMPACTADO.
Sí, es verdad.
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